
Cómo Conservar tu Jamón para que Dure más Tiempo
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El jamón ibérico es uno de los productos más apreciados de la gastronomía española, conocido por su sabor único y su textura delicada. Sin embargo, para disfrutarlo en su máxima expresión, es crucial saber cómo conservarlo adecuadamente. Un almacenamiento incorrecto puede afectar su sabor y textura, haciendo que pierda parte de su calidad con el tiempo. En este artículo, te ofreceremos algunos consejos esenciales para conservar tu jamón de manera óptima, asegurando que puedas disfrutar de su sabor durante más tiempo, incluso después de haber comenzado a cortarlo. Desde el uso del jamonero hasta cómo envolver las lonchas para preservar su frescura, te explicamos las mejores prácticas para mantener tu jamón en perfectas condiciones.
💡 Sabías qué
El jamón crea un moho en la etapa de curación, ya que pierde la humedad interior a través de la capa exterior muy lentamente y favorece el crecimiento de mohos en la cara externa del jamón. Este moho no es perjudicial, y nuestro consejo para limpiar el moho del jamón es darle con un paño con aceite de girasol para que así no afecte al sabor del producto.
También es importante saber cómo conservar un jamón cortado, ya que la exposición al aire puede afectar su calidad. En este caso, se recomienda envolverlo bien y guardarlo en la nevera. Si quieres conservar el jamón una vez empezado, asegúrate de taparlo adecuadamente para que no se oxide.
Conservar bien un jamón en casa es esencial para poder disfrutar de este manjar durante más tiempo. Para mantener el jamón en óptimas condiciones, es fundamental saber cómo conservar el jamón después de empezarlo.
La mejor opción para conservar en óptimas condiciones una paleta o un jamón abiertos en casa es colocarlo en un soporte para jamón, ya sea horizontal o vertical. Este tipo de soporte es útil no solo para su preservación, sino también para realizar el corte. De manera sencilla, podrás cortar exactamente lo que necesites. Asegúrate de elegir el tamaño adecuado según el tamaño de la pata de jamón o selecciona uno de tamaño intermedio que te permita colocar diferentes piezas.
En nuestra web puede encontrar soportes para jamón a partir de 19,90 euros, así que el costo no debería ser un inconveniente. Si sueles tener un jamón en casa con frecuencia a lo largo del año, lo más recomendable es invertir un poco más en el soporte. Los expertos indican que los mejores soportes son los giratorios o basculantes, ya que permiten girar el jamón fácilmente y facilitan el proceso de loncheado.
Coloca el jamón en el soporte con la pezuña orientada hacia abajo. Normalmente, se coloca la pezuña hacia arriba para asegurarse de que se corte primero la parte más jugosa y dejar la babilla, que es la carne más seca, para el final. Sin embargo, si no planeas consumirlo en el transcurso de un mes y deseas conservarlo durante más tiempo, es recomendable hacerlo al contrario.
Al situar la pezuña hacia abajo y comenzar a cortar desde la babilla, la carne más jugosa se mantendrá más fresca y durará más tiempo.
Si tienes la suerte de tener un jamón de calidad, es fundamental saber cómo conservar jamón para que no pierda sus cualidades. Al cortarlo, asegúrate de guardar las lonchas de los primeros cortes. Para conservar el jamón cortado, lo ideal es envasarlo al vacío o utilizar un papel que permita la hidratación adecuada.
Al abrir la pata de jamón, es aconsejable reservar las primeras lonchas que cortes, aquellas que contienen una buena cantidad de grasa. Luego, deberás utilizarlas para cubrir el último corte realizado. Al usarlas como tapa sobre el jamón recién cortado, lograrás mantenerlo húmedo, evitando que la paleta o la pata pierdan su sabor.
Colocar ese tocino sobre el jamón después de cortarlo impide que la superficie se exponga al aire y ralentiza su oxidación. Si observas moho en la superficie, no te alarmes. Puedes quitar esa parte con moho y continuar disfrutando del resto.
El jamón a temperatura ambiente:
En cuanto a la temperatura, lo ideal es que tu pata de jamón esté a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa, ya sea natural o de lámparas halógenas. Además, es importante evitar exponerlo a cambios bruscos de temperatura.
Si dispones de una bodega o un armario con un espacio de almacenamiento interior, puedes colgarlo de un gancho. Sin embargo, dado que en la mayoría de las casas no cuentan con esas opciones, lo más recomendable es mantenerlo directamente en el jamonero y cubrirlo para conservar su calidad.
En cualquier caso, no deberías almacenarlo en el refrigerador o frigorífico. Lo que es esencial es cubrirlo con una malla o un paño de algodón, para mantenerlo en la mayor oscuridad posible.
Si piensas que tardarás mucho en consumir la pata, puedes optar por cortarla y envasarla al vacío para prolongar su conservación. Se sugiere hacerlo en porciones de 100 gramos, que son más comunes para el consumo. En este caso, sí es necesario refrigerarla y podrás ir sacando lo que necesites cuando lo desees. Si prefieres el jamón en trozos, una buena opción es cortarlo de esa manera y tenerlo siempre en la nevera listo para comer.
Intenta no cometer estos errores: